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Estructura.

Ago 5, 2022 | Constelaciones Familiares

Un líder lidera con su ejemplo, ejerce firmeza con justicia al mismo tiempo.

Los despliegues de poder son la más clara muestra de una autoestima lastimada.

La persona que pretende imponerse a los demás para demostrar que es fuerte no se siente segura de si misma, solo que la mayor parte del tiempo no se da cuenta de esto.

Cuando vemos personas que son déspotas, arrogantes, y que tratan mal a otros a cualquier nivel, por lo general vivieron una infancia en la que, por diversos motivos, no se les fortaleció su amor propio y autoestima.

Es posible que hayan experimentado no ser suficiente, para mamá o papá, en la escuela, con amiguitos, etc, o por ejemplo, haber sufrido por temas sociales, culturales, religiosos etc, en los que se pudieron percibir por debajo de los otros.

Muchas personas que logran llegar alto en la vida han sido movidas por un deseo imperioso de demostrarle a alguien que si pudo y que si vale, pero luego se dan cuenta que la cosa no termina ahí.

Vemos entonces historias de grandes personas de poder que maltratan a todos, y que los demás no los quieren, y no son felices, y deben hacer mucho para que los demás los toleren….porque si el autoestima está dañada, llegar a la cima no va a fortalecerla de verdad.

Hay que trabajar entonces en esos dolores de infancia, esas penas y vergüenzas que pasamos, esos rechazos que experimentamos de quienes debieron tomarnos y hacernos sentir amadas y vistas.

Porque el fin último es la nobleza de corazón. Un líder lidera con su ejemplo, ejerce firmeza con justicia al mismo tiempo. Si tiene que tomar decisiones difíciles las toma tratando de minimizar daños, y nunca ostentando poder.

El líder lo que ostenta es autoridad. Y esta autoridad se la ha ganado siendo el primero en dar un primer paso, siendo noble, humilde y sincero, aún estando en el punto más alto.

Muchas personas se asombran al darse cuenta que lo que da seguridad a un niño no es el Amor, sino una buena estructura, es decir, el establecimiento de reglas, rutina, convivencia, y un entorno familiar estable y saludable.

Por supuesto que se necesita de amor, pero solo amor no basta, en especial si la forma en que lo damos no es saludable. Se requiere amor y estructura.

Cuando de niña se tienen ambas significa que se crecerá con un sistema de referencia sólido, fuerte. No tenemos que salir a buscar desde la carencia porque tuvimos lo que necesitamos.

Si no lo tuvimos entonces necesitamos proveerooslo nosotras mismas, para nuestro bien, en nuestro momento presente.

Esto se los digo porque, si siendo adultas nos cuesta crear bases sólidas a nivel de trabajo, proyecto, familia, pareja, es posible que necesitemos revisar lo que pudo hacernos falta en tema de estructura.

Y por estructura no me refiero a que todo hay sido perfecto (la foto perfecta de papá y mamá, por ejemplo) y menos que ahora recriminemos a nuestros padres, porque ellos hicieron lo que pudieron con las herramientas que tuvieron.

Se trata de aceptar lo que fue y asumir el hecho de que, como las adultas que somos, ahora debemos aprender a ejercer autoridad sobre nosotras mismas.

Nos debemos la responsabilidad de construirnos lo que nuestros padres no pudieron, no desde el enojo o resentimiento, sino desde la gratitud hacia la vida que nos dieron y la consciencia de hacer algo bueno con la vida que nos dieron.

Papá y mamá no son ya responsables nuestros. Ahora nosotras nos cuidamos y proveemos en todos los sentidos. Y en el caso particular de la estructura, nos toca construirla. Pero para poder hacerlo necesitamos atender lo que nos falto de niñas.

El espacio ideal para hacer este trabajo es el terapéutico, y las Constelaciones Familiares son una hermosa herramienta terapéutica de acompañamiento en este tema.