En días como hoy que tenemos a la Luna de Vacío en Leo vale la oportunidad prestarle atención a nuestra niña interior.
Ella manifiesta lo que nos hizo falta en un momento. De adultas, nos debemos la responsabilidad de identificar lo que le faltó para dárselo nosotras.
De lo contrario será esa niña la que esté al mando siempre, gobernando nuestros estados de ánimo, nuestras relaciones interpersonales, y nuestra vida en general.
Debemos prestarle atención y nutrirla de la forma más saludable para nosotras mismas, porque no nos damos cuenta, pero inconscientemente hacemos mucho para prestarle atención.
Pero prestarle atención no significa atenderla. Muchas veces le somos fieles de mala manera, nutriendo sus tristezas y rabietas en vez de ponernos manos a la obra y sanar lo que generó dichas manifestaciones.
Podemos sanar a esa niña, y tanto las constelaciones familiares (a un nivel sistémico/transgeneracional) como la decodificación biológica (a nivel trauma/cuerpo/enfermedad) son excelentes herramientas para hacerlo.