Somos mamíferos. Como tal, vivir en comunidad es crucial para nuestra supervivencia. Al ser los mamíferos más desarrollados ahora es una cuestión más de sentir la necesidad de pertenecer para sobrevivir.

Lo simbólico es bastante relevante en este momento de nuestro desarrollo evolutivo.

Estamos muy lejos ya del tiempo en que literal moríamos si no éramos parte de nuestro grupo (familia/comunidad/manada) pero sin darnos cuenta, seguimos actuando igual.

Y es que invertimos muchísima energía en pertenecer…al grupo de la escuela, social, comunitario, político, activista, etc etc etc.

Somos capaces sin darnos cuenta de hacer cosas que no son necesariamente las que escogeríamos solo por sentir que somos parte, porque lo preferimos antes que sufrir el rechazo y la exclusión.

El sentido de pertenencia debe fortalecerse en el hogar, en núcleo familiar, y con los lazos primarios, mamá y papá, esto si se desea educar seres que luego no anden buscando dónde encajar y escojan perderse en requerimientos de otros.

Cuando la niña o el niño se sienten seguros y amados saldrán más fuertes al mundo sin buscar agradar y aprender a encajar en manerismos sociales que no les aporten. Sabrán escoger y poner límites.

Si al día de hoy sigues funcionando más desde un encajar en lo social y no sabes decir no por miedo a ser “posible excluida” tal vez sea interesante explorar este tema a nivel terapéutico.