Los hijos sentimos por nuestros padres un amor infinito que se manifiesta como un “amor ciego” (Blind Love). Y es este amor el que nos hace dejar de vivir nuestra vida para complacer a mamá o papá, y/o satisfacer sus necesidades.
Este amor nos hace intentar darles lo que ellos no tuvieron, a nivel inconsciente por supuesto, aunque algunas personas están bastante claras de esto.
Este sentimiento es el que lleva a muchas a querer ser mamá de su mamá, quedarse viviendo con ella (o papá), estudiar lo que ellos no pudieron, y tener la vida que han escogido para nosotras.
Si hacer todo esto nos hace sentir buenas hijas, pero no nos hace felices porque sentimos que vivimos para complacer a alguien más, lo mejor que podemos hacerlo es trabajarlo.
Desafortunadamente vivimos en un mundo en el que se nos educa a los hijos de forma que le debamos obediencia y fidelidad eterna a nuestros padres. Esto no está bien. Debemos saber que la mejor forma de honrar a nuestros padres es viviendo nuestra propia vida.
Por ponerles un ejemplo, por mucho que queramos darle a mamá lo que nuestra abuela no le dió, nunca podremos reemplazarla. Lo único que terminamos haciendo es transgrediendo el orden y hacernos infelices.
Si este es un tema que te resuena, te invito a trabajarlo. Trabajarlo desde las Constelaciones Familiar podría contribuirles bastante. Si desean hacerlo conmigo, denle click al botón “contacto” de mi perfil.