Qué relación más compleja la que tenemos muchas de nosotras con nuestra madre, verdad? En el mejor de los casos siempre hay algún conflicto, algún roce, inconformidad y exigencia.
En casos más complejos existen dolores profundos y traumas en relación a ella que nos marcan con mucha fuerza, como es el caso del abandono, por ejemplo.
Nuestra relación con mamá es como montarnos en una montaña rusa, en la que creemos pasar de amarla intensamente en un momento, a querer irnos a otro planeta en donde no pueda meterse con nosotras.
Pero esta es la historia en la superficie de nuestra consciencia. Lo cierto es que mamá es el Ser más importante del mundo, junto con papá. Pero a diferencia de papá, con ella nos fundimos por nueve meses. No existe otro vínculo igual.
Por ende, debajo de la superficie, ahí donde no alcanzamos a entender pero existen nuestras verdades más verdaderas grabadas en cada átomo, mamá es nuestro más grande amor.
La amamos infinitamente, y ella nos ama igual, aunque el vínculo esté terriblemente dañado por circunstancias espantosas. Le somos leales inconscientemente, hasta cuándo queremos irnos a otra galaxia para estar lejos de ella. De hecho, aunque nos parezca una locura, es cuando más la amamos y le somos fiel.
Sanar nuestro vínculo con ella es de las cosas más importantes que nos debemos, para nuestra paz, nuestra Alegría, para poder tomar la vida, ser verdaderamente fuertes (de fortaleza), y poder salir adelante en la vida.
Pero, cómo hacerlo si todo está roto? Cómo sanar mi relación con ella si me abandonó (si nunca me quiso, etc etc etc)? Sanar el vínculo nos lo debemos a nosotras, para sanar dentro.
Y por sanar el vínculo no es necesario ir físicamente donde ella e intentar hacerlo en físico. Hay situaciones (y madres) con las que no se puede. Lo importante es sanar dentro nuestro y resignificar lo que se necesite dentro de nuestro cerebro.
Porque una de las pocas verdades absolutas de esta vida es que venimos de nuestros padres. Cuando tomamos a mamá dentro nuestro, somos más fuertes, y podemos enfrentar la vida con verdadera fuerza.
La terapia de Constelaciones Familiares es un excelente acompañamiento para trabajar este tema.