Existe una edad en la que los hijos están listos para emprender el vuelo, pero se les hace muy difícil hacerlo cuantos quienes les dieron la vida no los liberan de sus propias expectativas.

Muchos nacemos para suplir las necesidades emocionales de nuestros padres, o para que estos cumplan sus sueños a través de nosotros, por ponerles dos ejemplos.

Mientras papá y mamá no se den cuenta que solo fueron un canal de vida y de guía hasta cierto tiempo, los hijos están destinados a vivir una vida condicionada a sus designios, obligaciones y expectativas.

Lo bueno es que como padres de nuestros hijos tenemos el poder de trabajar en nuestras propias carencias para liberarlos a ellos y permitirles alzar el vuelo.

Porque no es responsabilidad de nuestros hijos hacernos felices, o darnos lo que no tuvimos. Es nuestra responsabilidad hacer el trabajo de sanacion del vínculo con nuestros propios padres.

La terapia de constelaciones familiares es una excelente herramienta para trabajar en la interacción progenitores-hijos y sanar el vínculo con nuestros padres.

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Bendiciones cósmicas.