Cuando un miembro del sistema ha cometido una acción considerada “innombrable” muchas veces el clan decide sacar a esa persona del entorno familiar.

La persona que cometió el acto indecoroso o repudiable se convierte en el “innombrable”, producto de vergüenza, y depositario del deseo de ser olvidado por completo.

Pero este deseo es imposible de cumplirse. Lo que sucede en realidad es que el “innombrable” se convierte en el foco principal a ser iluminado dentro del sistema (tanto la persona, como el secreto/evento que desea olvidarse).

Y es el mismo sistema el que intentará devolverle su lugar, repitiendo los eventos, y haciendo que en generaciones venideras se haga obvio volver a mirar hacia atrás para aceptarlo y regresarle su lugar.

De esta forma se repiten las historias de generación en generación. Ocultar un evento lo único que hace es maximizarlo, perpetuándolo en las generaciones venideras. 

Existe entonces la necesidad de tornar nuestra mirada para honrar lo que fue, exactamente como fue. Porque el pasado no podemos cambiarlo, pero si podemos liberarnos de seguir repitiendo las mismas historias.

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Bendiciones cósmicas.