Hay que mantener ese corazón motivado, porque sino, se enoja y nos hace actuar desde la rabia y el rencor. Una persona triste o enojada es alguien que no encuentra cómo expresarse auténticamente, por el motivo que sea, y busca como depositar en los demás su enojo e impotencia.

El tema está en que muchas veces carecemos de la consciencia de que somos nosotras las responsables de nuestra vida.

Es más fácil enojarnos con el mundo antes de ver dentro y tomar las riendas de lo que va a sucedernos. El día de hoy evitemos al máximo endosar la responsabilidad de nuestra vida y felicidad a los demás, y hagamos algo que nos regrese el control de la misma.

No se vale la pereza y ningún tipo de excusa para no avanzar aunque sea un paso en dirección a sentirnos más satisfechas con nosotras mismas.

No dejen nada al azar. Si tienen cosas importantes que hacer, prepárense bien, y enfóquense. Sin perder tiempo, y con todas sus energías puestas en la meta del día.

Si no están sintiéndose motivadas, es importante que tomen un tiempo para ver los motivos, y tal vez, profundizar en el análisis. Están siguiendo los deseos de su Alma? Qué tendría que suceder para que empiecen a moverse en esa dirección? Cuáles son los pasos que tendrían que dar?

Dar respuesta a estas preguntas es de vital importancia, pues no hemos venido a esta vida a ser mártires ni víctimas. Hemos venido a aprender y también hemos venido a vivir y sentirnos plenas.

Bendiciones cósmicas.